La desnutrición asociada a la enfermedad abarca desde la obesidad sarcopénica hasta la caquexia tumoral, siendo un complejo fenómeno que impacta la salud y calidad de vida de los pacientes. Relacionada con enfermedades crónicas o agudas, así como con la presencia de tumores, representa un reto clínico relevante debido a su influencia en el curso de las enfermedades y en la respuesta al tratamiento.
La definición de desnutrición según Marinos Elia se enfoca en la deficiencia de energía, proteínas y nutrientes, teniendo efectos medibles en la composición y funcionalidad del organismo.
La desnutrición tiene repercusiones adversas en la progresión de diversas enfermedades, incluyendo el cáncer, aumentando el riesgo de complicaciones generales y prolongando la estancia hospitalaria en pacientes con un estado nutricional inadecuado.
La obesidad sarcopénica, una combinación de obesidad y pérdida de masa muscular, está recibiendo mayor atención en la medicina, mostrando complicaciones metabólicas y funcionales asociadas con enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y discapacidad física.
La caquexia tumoral, un síndrome multifactorial que afecta a pacientes con cáncer avanzado, se manifiesta en fases progresivas: pre-caquexia, caquexia y caquexia refractaria, con pérdida de peso significativa, debilidad extrema y deterioro de la calidad de vida.
El manejo de la caquexia tumoral implica estrategias multidisciplinarias, como nutrición y soporte dietético, programas de ejercicio adaptados, terapia farmacológica, apoyo psicológico y tratamiento específico para el cáncer subyacente.
Los criterios de GLIM son fundamentales para diagnosticar la desnutrición ligada a la enfermedad, contemplando la evaluación de la pérdida de peso, la ingesta alimentaria, los síntomas de la enfermedad que afectan la nutrición y los cambios en la composición corporal.
Estos criterios se dividen en dos fases: cribado del riesgo nutricional utilizando herramientas validadas y diagnóstico basado en parámetros como el índice de masa corporal (IMC), pérdida de peso y la masa libre de grasa, permitiendo identificar y gestionar esta condición de manera temprana para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En resumen, la desnutrición ligada a la enfermedad, que incluye la obesidad sarcopénica y la caquexia tumoral, plantea desafíos clínicos importantes que requieren una evaluación exhaustiva y un enfoque multidisciplinario para su manejo. El uso de los criterios GLIM ayuda en la identificación y gestión temprana de esta condición, destacando la importancia de la investigación continua para desarrollar estrategias de prevención y tratamiento efectivas.